España y las empresas centroamericanas: rompiendo el mito fiscal

La noción de que los multimillonarios de Centroamérica ven a España como un refugio fiscal es un mito sin sustento. En verdad, los Convenios para Evitar la Doble Imposición (CDIs) actúan como instrumentos cruciales que buscan incentivar la inversión extranjera y promover la competitividad a nivel global. Estos convenios, basados en los modelos desarrollados por la ONU y la OCDE, permiten a los países ceder su derecho a recaudar impuestos conforme a su normativa interna, brindando un entorno fiscal ventajoso para las corporaciones multinacionales que tienen operaciones en diversos países.

Cada nación posee la autonomía para definir sus propios procesos en la implementación de los CDIs. Por ejemplo, Panamá y República Dominicana disponen de regulaciones particulares que garantizan el empleo correcto de estos beneficios, mientras que en Costa Rica y El Salvador se exige a los contribuyentes que conserven la documentación apropiada para avalar el uso de los CDIs.  Actualmente, Guatemala, Honduras y Nicaragua no cuentan con CDIs activos.

Además, la implementación del Instrumento Multilateral (MLI) busca prevenir la erosión de la base imponible, ofreciendo flexibilidad en la adaptación de los CDIs y fortaleciendo las normativas fiscales en la región. A medida que los países se recuperan de la pandemia, la prioridad se ha centrado en la correcta aplicación de los CDIs existentes, enfatizando principios de transparencia y sustancia.

Por lo tanto, en lugar de ser considerado un paraíso fiscal, España y los CDIs simbolizan un intento de los países centroamericanos por optimizar su ambiente fiscal y atraer inversiones legítimas, desmitificando así el uso de estos acuerdos como instrumentos para la evasión de impuestos.

¿Por qué los grupos empresariales centroamericanos crean holdings en España?

La constitución de holdings en España por parte de grupos empresariales de Centroamérica está alineada con estrategias para expandirse y proteger inversiones en mercados más establecidos. En el caso español, se aplica una tasa impositiva del 25% sobre los ingresos de estos grupos que no están gravados en su nación de origen, una cifra que puede subir a más del 30% para determinados tipos de ingresos. Así, establecer estos holdings implica un impuesto adicional del 1,25% en comparación con los aranceles ya desembolsados en países como Guatemala, Honduras o Costa Rica, dado que no existe un convenio para evitar la doble tributación entre estos países y España. En consecuencia, no hay ninguna ventaja fiscal, sino que responde exclusivamente a razones estratégicas relacionadas con operaciones en Europa.

En países como Nicaragua, Honduras o Costa Rica, las empresas enfrentan una carga fiscal promedio que supera el 40%, 50% e incluso el 60%, según detalla un estudio de la Federación de Cámaras de Comercio del Istmo Centroamericano (FECAMCO). Esto evidencia que los grupos que operan en España no solo cumplen con las obligaciones fiscales locales, sino también se les aplica un impuesto adicional del 1,25%. Esto pone de manifiesto lo ilógico de pensar que la creación de los holdings empresariales se haga para evadir impuestos. La verdadera razón es establecer una estructura que respete las normativas y facilite una gestión eficiente de sus operaciones en diversas jurisdicciones.

¿Puede considerarse España un paraíso fiscal?

España nunca ha sido clasificada como un paraíso fiscal, gracias a su estructura tributaria y sus estrictas regulaciones, que se oponen a las típicas características de los paraísos fiscales. Por el contrario, para muchas empresas nacionales o extranjeras que desempeñan sus actividades en el país, se le considera más bien un «infierno fiscal». Algunos de los aspectos que la distancian de los paraísos fiscales son:

1. Elevados tipos impositivos

Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF): las tasas marginales pueden superar el 45%, dependiendo de la comunidad autónoma.

Impuesto sobre Sociedades: la tasa general es del 25%, pero algunas empresas pagan más debido a recargos o falta de beneficios fiscales específicos.

IVA: Una de las tasas más elevadas de Europa, con un tipo general del 21%.

2. Carga tributaria general

La presión fiscal total, que abarca tanto impuestos directos como indirectos, es elevada en comparación con otros países de la Unión Europea, particularmente para las empresas.

3. Complejidad administrativa

Cumplir con las obligaciones fiscales en España demanda una considerable cantidad de tiempo y recursos. La burocracia tributaria puede resultar sobrecogedora, especialmente para las empresas.

4. Diversidad de impuestos

Además de los impuestos nacionales, hay tributos autonómicos y locales, como el Impuesto sobre el Patrimonio, el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, y los impuestos locales como el IBI o la plusvalía municipal, que aumentan la presión fiscal.

5. Inspecciones y sanciones

La Agencia Tributaria es famosa por su enfoque riguroso en la recaudación. Las sanciones por errores u omisiones en las declaraciones fiscales pueden ser muy severas.

6. Limitada flexibilidad para empresas

Comparado con otros países, España ofrece menos incentivos fiscales para atraer a empresas internacionales, lo que reduce su competitividad como un destino de negocios.

En el debate público, la fiscalidad en España suele considerarse excesiva, sobre todo al compararla con países que proporcionan tasas más bajas, incentivos fiscales atractivos o que no imponen impuestos directos sobre la riqueza, a diferencia de lo que ocurre en los paraísos fiscales.

Por el contrario, los paraísos fiscales suelen presentar características opuestas: bajas tasas impositivas, alto nivel de confidencialidad financiera y marcos legales creados para atraer capital extranjero y disminuir la carga fiscal.

¿Son más atractivos otros países europeos para establecer holdings empresariales?

España no se encuentra entre los destinos preferidos de compañías o grandes fortunas latinoamericanas por sus tasas impositivas, sino por la cercanía cultural y raíces comunes con estos países. De acuerdo con el Observatorio Fiscal de la UE, los sistemas fiscales europeos no siguen un enfoque uniforme, aunque algunos países de Europa han desarrollado regímenes fiscales para captar capital extranjero. Basándose en ventajas fiscales generales y regímenes especiales diseñados para atraer inversiones, los siguientes países se destacan en Europa, superando notablemente a España:

  • Irlanda: con un impuesto de sociedades del 12,5%, atrae a grandes multinacionales como Facebook y Google.
  • Hungría: cuenta con el impuesto de sociedades más bajo de Europa, fijado en un 9%.
  • Chipre: se beneficia de su impuesto del 12,5% y de acuerdos para evitar la doble imposición.
  • Luxemburgo: famoso por sus regímenes especiales para empresas multinacionales.
  • Países Bajos: reconocido por su entorno fiscal favorable para holdings y acuerdos internacionales.
  • Malta: ofrece reembolsos fiscales efectivos que en algunos casos reducen las tasas al 5%.
  • Estonia: tiene un sistema único que aplica impuestos solo sobre las ganancias distribuidas.
By Régulo Fernández Comejo

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