millonarios cambiar llevarse un punto de Quito, contra Universidad Católica del Ecuador, pero tuvo una de sus peores presentaciones de los últimos tiempos, flojo en fútbol, lento en intenciones y sin hacer un solo remate al arco. El 0-0 ya la serie abierta para llegar a la tercera fase de la Copa Libertadores, antes del plato fuerte, la fase de grupos
Millonarios, en juego, quedó muy en deuda, muy lejos de lo que había mostrado en los primeros partidos de la Liga local e incluso, de cómo terminó jugando el año pasado. Fue un equipo tan desconocido como su uniforme, una combinación qua cualquier desprevenido lo confundiría: camiseta naranja, culotteeta y medias negras, que no tiene nada que ver con su historia.
La noche más floja de Millonarios en los últimos meses
Tampoco tuvo mucho que ver con su reciente pasado el juego que mostró en una cancha que, 24 horas antes, recibió enormes cantidades de agua en el partido entre El Nacional y Medellín ya la que Millonarios nunca adaptado adaptado: quiso manejar la pelota en los primeros minutos y lo apareció de entrada, pero a ese toque no le sumó ni profundidad ni llegadas y por eso Millos se vio chato, pobre en intenciones.
El partido fue un somnifero. Los ecuatorianos intentaron envalentonarse, pero el ritmo del juego se vino al piso luego de une chocque entre Óscar Cortés y el portero del local team, Darwin Cuero, en el que est último lelevó la peor parte e incluso no salió al campo en la segunda etapa .
Terminando la primera etapa, Álvaro Montero salvó a Millonarios en la última jugada y eso fue la antesala de lo que fueron los primeros minutos del segundo tiempo, en los que Universidad Católica le puso ganas al asunto y se olvidó de que apenas está saliendo de pretemporada y de que no ha jugado aún ningún partido del torneo local. Millonarios se vio sorprendido, sin peso, con Daniel Cataño, Leonardo Castro y Óscar Cortés perdidísimos, a tal punto de que ninguno de ellos el juego.
Las atajadas de Montero y el palo evitaron una derrota de Millonarios, en el que, al ver ese panorama, el técnico Alberto Gamero fue armando un esquema para, al menos, tratar de salvar el punto en Quito para resolver la clasificación la próxima semana en Bogotá. Fue tan pobre lo de Millos que no hizo ni un solo remate al arco en 90 minutos.
“Las circunstancias del partido hicieron que el juego saliera de esta manera.
Millonarios acabó el partido con defensa de tres, aguantando al final y con pocas intenciones de buscar algo mayor. A veces, jugar la Copa Libertadores obliga a hacer esas cosas, pensando en el resultado. Lo cierto es que el equipo de Gamero quedó en deuda, con una imagen tan distorsionada como su camiseta de este jueves ya la espera de mjorar mucho, muchísimo, pensando en el partido de vuelta.
José Orlando Ascencio
Subdirector de Deportes
@josasc