El número de personas muertas en la Franja de Gaza superó este sábado las 28.000 como consecuencia de los continuos ataques israelíes contra este enclave palestino desde el estallido de la guerra entre Israel y Hamás el 7 de octubre, según el Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por el grupo islamista.
La institución precisó que un total de 28.064 palestinos han muerto y 67.611 han resultado heridos, después de que el ejército israelí matara a 117 personas en las últimas 24 horas.
El Ministerio de Sanidad añadió que en las últimas horas el Ejército israelí ha “perpetrado 16 masacres contra familias en la Franja de Gaza”, que también ha herido a otras 152 personas.
Según la agencia palestina Wafa, 25 palestinos murieron en los bombardeos israelíes en Rafa, en el extremo sur de la lengua de tierra; hasta hace poco considerado el único refugio para civiles, pero que ya ha sido declarado por el primer ministro Netanyahu como objetivo militar.
Alrededor de 1,3 millones de civiles palestinos se encuentran en Rafah, con una enorme escasez de productos básicos, debido al bloqueo impuesto por Israel.
La Oficina del Primer Ministro de Israel aseguró ayer que era “imposible lograr el objetivo de la guerra de eliminar a Hamás y dejar cuatro batallones en Rafah”, por lo que pidió al Ejército que evacuara esta zona.
A la espera de que la incursión terrestre se extienda hasta Rafah, Israel intensifica sus operaciones militares en Jan Yunis, bastión de Hamás en el sur de la Franja donde lleva más de dos meses una ofensiva en la zona, que ahora se concentra en el oeste de la ciudad.
Allí, las fuerzas israelíes han mantenido bajo asedio durante 20 días los dos principales hospitales, Naser y Al Amal, donde ayer irrumpieron soldados israelíes.
“Las fuerzas de ocupación arrestaron a ocho miembros del personal de la asociación en el hospital Al Amal, incluidos cuatro médicos, así como a cuatro heridos y cinco acompañantes de pacientes, informó la Media Luna Roja Palestina, que gestiona ese centro médico.
Según la organización, los soldados israelíes irrumpieron en el hospital durante unas diez horas, durante las cuales “registraron el hospital, destruyeron algunos dispositivos, equipos y muebles, detuvieron al personal, los interrogaron, los golpearon e insultaron, e impidieron al personal y a los pacientes acceder a los pacientes”. compañeros a beber agua o usar el baño.” efe
