TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Un mensaje de texto de un número de teléfono con código de área de Bolivia fue suficiente para casi completar una estafa electrónica en Honduras.
El periodista de EL HERALDO Plus recibió un mensaje de WhatsApp que evidentemente era aleatorio.
“¿Hola cómo estás? Saludos a la distancia”, leyó en el texto enviado desde un número que termina en 120.
“¿Hola, quién eres?” respondió el periodista.
“Dime quién de la familia te puede escribir desde Estados Unidos”, respondió.
En este punto, el equipo ya sabía que se trataba de un desconocido que buscaba obtener información para, en algún momento, sacarles dinero.
“¿Josué, Pedro, Juan o Antonia? Sabes que hay muchos familiares en Estados Unidos”, dijo el periodista.
En ocasiones, la persona optaba por utilizar el nombre de Antonia, para luego continuar la conversación.
En el intercambio de mensajes, que fueron bastante puntuales, aunque dejaron claro que fue un movimiento mal coordinado, la persona les pidió que fueran al aeropuerto a recoger el equipaje enviado en un vuelo que había perdido, ya que viajaba a Honduras. y tuvo problemas para abordar.
Según la Comisión Nacional de Banca y Seguros (CNBS), este es uno de los métodos más utilizados por estafadores para operar, al punto que, entre mentiras y engaños, 331 personas han denunciado ante la institución que fueron estafadas electrónicamente desde 2020 hasta septiembre de 2023.
Cuando hablamos de estafa electrónica, fraude cibernético e incluso phishing, nos referimos a “cualquier actividad encaminada a obtener de manera engañosa datos sensibles como información bancaria, credenciales de acceso, información personal para cometer delitos, causando pérdidas económicas a las víctimas”, según define la CNBS en su sitio web.
Phishing y otras formas de operar
Para completar la estafa, la persona que escribió a la periodista quiso hacer más creíble la historia de la familiar, por lo que le advirtió que para reclamar el equipaje (dos maletas y una caja) necesitaba un código de vuelo.
“En este momento les voy a dejar su número de referencia para que se comuniquen con usted”, escribió, aunque durante toda la conversación ignoró las preguntas personales que le hizo el periodista.
Para seguir conociendo cuál era su objetivo, este equipo aceptó. No habían pasado ni 30 segundos cuando sonó el teléfono. Era un hombre, supuestamente de la aerolínea, con acento boliviano.
“Me comunico con usted por un equipaje que se ha extraviado, dígame si tiene conocimiento”, dijo sin identificarse.
El periodista respondió afirmativamente, por lo que el hombre, que habló con este equipo durante casi tres minutos, le pidió el código de vuelo, el país de donde procedía el equipaje, el nombre de la persona que lo recibiría y una fotografía del DNI.
Este equipo proporcionó información falsa, pero demostró cómo en menos de tres minutos personas de otros países forman parte de una red de estafadores electrónicos a nivel mundial.
El objetivo era pedir información y luego convencerlos de que depositaran dinero para reclamar el equipaje. Eso le pasó a Isabel Álvarez, una hondureña que vive en la capital del país. Ella proporcionó toda la información, pero cuando iba a depositar se lo contó a un conocido que trabajaba en la Dirección de Investigación Policial (DPI), quien al verificar el número de teléfono (con código de área de Estados Unidos) le dijo que era clonado.
Este caso, quizás, sea diferente a los 331 que registró la CNBS en los últimos cuatro años, pero tenía el mismo propósito: una estafa electrónica.
Los informes dicen que las 331 personas estafadas desde 2020 realizaron depósitos en cuentas corrientes o de ahorro, sin dar detalles de los montos depositados.
El dato fue proporcionado a través de la solicitud de información SOL-CNBS-497-2023, donde se evidencia que los casos fueron aumentando año tras año, aunque en 2020, con la pandemia de covid-19, se reportó la menor incidencia. .
En 2021 se registraron 48 denuncias, pero para 2022 las cifras se han duplicado. El informe más preocupante es de 2023, ya que hasta agosto se produjeron el doble de estafas electrónicas que en todo 2022 y 48 veces más que en 2020.
difícil de luchar
Según Yury Mora, portavoz del Ministerio Públicoen esa institución reportan con mayor frecuencia cuatro tipos de estafas, dos de ellas de forma electrónica.
“El consejo es no hacer compras por internet, páginas de Facebook y demás, porque te estafarán. Entre las cuatro principales estafas se encuentran la compra de paquetes turísticos o boletos online y la compra de productos”, dijo.
Señaló que los fiscales e investigadores hacen su trabajo luego de recibir la denuncia, pero no es fácil porque las personas que estafan utilizan perfiles y direcciones de correo electrónico falsos, por lo que cuando llegan los investigadores no encuentran nada.
“Sí, tramitamos en la medida de lo posible, pero no es tan fácil, precisamente porque la gente que estafa online no deja rastro”, puntualizó.
La CNBS, por su parte, mencionó en su sitio web que los estafadores “buscan personas que tienen altos recursos y también hay quienes se aprovechan de la necesidad de personas de bajos recursos o con dificultades económicas, ya que pueden estar dispuestas a hacer algunos decisión que puede reportarles ganancias a corto plazo”.
A principios de 2023, la CNBS afirmó que los casos de estafas electrónicas, en este caso phishing (envío de correos electrónicos que se hacen pasar por empresas u organismos públicos y solicitan información personal y bancaria del usuario), se habían disparado.
Ante esto, pidió a las entidades bancarias crear estrategias de mitigación para reducir los ciberdelitos, poner un doble filtro a la autenticación de usuarios, crear políticas de congelamiento de fondos y crear programas de educación financiera frente a los ciberataques.
“Con esta nueva resolución bancaria, el usuario financiero deberá notificar a la institución financiera supervisada la ocurrencia del robo o fraude cibernético en un plazo no mayor a 48 horas desde su ocurrencia, debiendo posteriormente presentar el reclamo ante la institución supervisada”, menciona parte de la resolución. Declaración compartida el 24 de marzo de 2023.
El documento también menciona que el banco está obligado a entregar de inmediato el formulario de reclamo correspondiente, pero si no cumple con los requisitos de la resolución emitida, deberá devolver los fondos sustraídos de las cuentas bancarias mediante transferencias de cuentas a terceros.
EL HERALDO Plus intentó comunicarse con Marcio Sierra, presidente de la CNBS, para conocer más detalles sobre las denuncias de estafas electrónicas registradas por esa institución, pero no respondió los mensajes ni las llamadas.
La Policía Nacional, por su parte, advirtió que este tipo de estafas electrónicas aumentan durante las fiestas, como la Navidad.
Manifestó que hackers y ciberdelincuentes realizan una práctica llamada “ingeniería social”, que consiste en enviar mensajes de felicitación o de celebración a través de diferentes medios que redireccionan a un enlace de descarga de malware (software malicioso) para robar información personal.
Estafas del departamento
Cuando se trata de delitos, Honduras tiene dos departamentos que siempre destacan: Francisco Morazán y Cortés.
Los expertos dicen que se debe a la densidad poblacional, pero es que cuando se habla de estafas electrónicas no sólo hay un patrón en cada departamento, sino que se refleja por regiones.
En el caso de las víctimas de estafas, las denuncias son constantes en el centro, noroeste y oriente del país.
En el centro, los municipios del departamento de Francisco son más vulnerables a las estafas electrónicas, mientras que en el norte destacan Cortés, Atlántida y Yoro, donde en cuatro años hubo 84 denuncias.
En el noroeste también están Santa Bárbara, Intibucá, Ocotepeque y Copán, con 16 casos.
El Paraíso, en el oriente de Honduras, por su parte, contabilizó seis personas que fueron estafadas electrónicamente. El resto de casos se distribuyen en los demás departamentos.
Además, este diario identificó que el 53% de los denunciantes eran hombres, es decir, tienen más probabilidades de ser estafados electrónicamente o son quienes más alertan a las autoridades que fueron víctimas de terceros.
El resto de las denuncias corresponden a mujeres, aunque -en muchos casos- la denuncia no les hace justicia, pues, como dijo el portavoz del Ministerio Público, Yury Mora, los estafadores utilizan datos y perfiles falsos, así como teléfonos clonados. números, por eso es difícil que la justicia proceda contra ellos.